Conocida como "La Ciudad Blanca", es la segunda ciudad más grande de Perú y destaca por su riqueza histórica, cultural y económica. Fundada el 15 de agosto de 1540 por el conquistador español Garcí Manuel de Carbajal en nombre de Francisco Pizarro, Arequipa se convirtió rápidamente en un importante centro económico y cultural durante la época colonial, marcada por una fascinante mezcla de influencias indígenas y españolas.
Famosa por su impresionante arquitectura colonial, Arequipa se caracteriza por el uso del sillar, una piedra volcánica blanca que le otorga su distintivo apodo. Paseando por sus calles, encontrará edificios emblemáticos y numerosas casonas coloniales, todas ellas con fachadas de sillar finamente trabajadas que reflejan la grandeza y elegancia de la ciudad.
A continuación le detallamos algunos de los lugares que puede visitar durante su estadía en Arequipa:
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Monasterio de Santa Catalina
El Monasterio de Santa Catalina de Siena, ubicado en Arequipa, Perú, es un destacado complejo religioso fundado en 1579 por doña María de Guzmán para mujeres de la aristocracia. Su arquitectura mezcla estilos coloniales españoles y elementos nativos, usando el sillar, una piedra volcánica característica de la región. A lo largo de dos siglos, el monasterio ha sufrido modificaciones debido a los frecuentes terremotos. Originalmente un lugar de estricta clausura para las monjas, abrió sus puertas al público en 1970 y se ha convertido en una importante atracción turística y cultural, simbolizando la rica historia y fusión cultural de Arequipa.
Monasterio de Santa Teresa
El Monasterio de Carmelitas Descalzas de San José y Santa Teresa, más conocido como Convento de Santa Teresa en Arequipa, es un complejo religioso que alberga una comunidad de monjas carmelitas de clausura y el Museo de Arte Virreinal de Santa Teresa. Fue fundado en 1710 y es una muestra de la arquitectura del barroco andino. Se encuentra en el centro histórico de Arequipa, por lo que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad. Este lugar es hogar de una comunidad de monjas, quienes se dedican a orar con el deseo de tener un mundo más próspero, solidario y con fervor de Dios. Destaca por su edificación basada en sillar, bloque de cimentación característico de la ciudad y pese a sus más de tres siglos de historia, se conserva en buen estado.
Plaza de Armas
La historia de la Plaza de Armas de Arequipa está estrechamente ligada con la fundación de la ciudad. La ‘Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa’ fue fundada el 15 de agosto de 1540 por el teniente gobernador de la colonia Garcí Manuel de Carbajal. Desde entonces comenzó la edificación de la plaza. Para esta se utilizó el ‘sillar’ una piedra blanca volcánica que abunda en el valle del Chili y en los nevados que la rodean.
En 1972, la plaza y el Centro Histórico de Arequipa fueron declarados Patrimonio Cultural de la Nación por la Unesco.
Cañón del Colca
Arequipa alberga en sus tierras un tesoro natural. No se trata de un parque nacional, una fuente extrema de biodiversidad o un imponente nevado. Nada de eso: aquí yace el imponente y enigmático Cañón del Colca que, con sus 4160 m, es considerado como uno de los más profundos del mundo.
Porque en el Cañón del Colca podrá conectarse con su lado más aventurero y practicar trekking, rafting o ciclismo de montaña, actividades que cada vez van ganando más adeptos por estos lugares. Una vez que te hayas conectado con la naturaleza, prueba ver los asombrosos escenarios llenos de vegetación, hasta llegar a uno de los puntos cumbres del Colca, donde desde un mirador los turistas están expectantes a las apariciones de los majestuosos cóndores.
Cantera del Sillar
El sillar, piedra volcánica de color blanco, es el origen y característica principal de la arquitectura arequipeña. Los visitantes pueden acceder a las canteras de sillar a través de una ruta turística que parte de Cerro Colorado y muestra, entre límpidos paisajes naturales, el proceso de extracción, labrado y mega-tallado de esta piedra.
Son 2000 metros que abarcan las canteras en explotación, Cortadores y Virgen Culebrillas; un recorrido que nos va contando el porqué de la belleza de la Ciudad Blanca. Su uso facilitó la creatividad artística y arquitectónica, incorporando en las fachadas tanto motivos hispanos como indígenas y también forma parte de la artesanía moderna.